El logotipo de una empresa es su DNI. Es la cara con la que el mundo relaciona tu producto. En él deben reflejarse los valores y las aspiraciones de la empresa.
Tan importante como el logotipo son las diferentes aplicaciones que le damos. Desde una papelería, unos folletos, unas etiquetas, el packaging de un producto… todo habla de tu empresa.
La identidad de una marca tiene que transmitir una imagen positiva de la empresa. Una empresa sólida, solvente y con futuro.
¿Cómo quieres que hable tu marca?
El diseño gráfico en un cartel es de suma importancia porque es lo primero que llama la atención. Cuando vas por la calle o estás en redes, ves un montón de cosas, pero solo te detienes en lo que te impacta visualmente. Un buen diseño no solo hace que estéticamente sea correcto, sino que también ayuda a que el mensaje se entienda rápido y fácil.
El diseño organiza la información: usa colores llamativos, tipografías claras y jerarquía visual para que sepas qué es lo más importante sin tener que leer todo. Además, transmite emociones.
En resumen, el diseño gráfico le da vida al cartel. Hace que se note, que comunique bien y que deje una impresión. Sin buen diseño, el cartel pasa desapercibido.
El diseño gráfico en el packaging de un producto es clave porque es lo primero que ve el cliente cuando decide qué comprar. Un buen packaging no solo protege el producto, también lo vende. Si el diseño es atractivo, llama la atención y despierta curiosidad. Además, comunica de forma clara qué es el producto, para qué sirve y por qué elegirlo.
Los colores, la tipografía, las imágenes y hasta los materiales hablan del estilo y la calidad de la marca. Un diseño bien pensado transmite confianza y hace que el producto se destaque entre muchos otros.
El packaging no es solo una caja o envoltorio: es una herramienta de comunicación visual que puede influir directamente en la decisión de compra.
La publicidad exterior es todo lo que vemos en la calle: carteles, vallas, pantallas, paradas de bus, etc. Su objetivo es captar la atención en segundos, así que el diseño gráfico cumple un rol fundamental. Con poco texto, imágenes impactantes y colores llamativos, debe transmitir un mensaje claro y directo.
Como el mundo va muy deprisa, el diseño tiene que ser rápido de entender y fácil de recordar. Un buen anuncio exterior se queda en la cabeza, incluso si lo viste solo unos segundos.
Además, ayuda a posicionar una marca, lanzar un producto o generar interés. La publicidad exterior convierte un espacio común en una gran oportunidad para comunicar, conectar con el público y dejar una impresión duradera.